Viajes en Latino América!: Mi vacaciones en Pernambuco

En mi vacaciones en diciembre yo fue con mi familia para el Pernambuco, y descubrí que no necesitamos ir para otro país para conocer otra cultura.

Mios padres en Boa Viagem

Estábamos en seis, yo mi madre, padre, tía, tío, primo y abuela, pasamos algunos días en la casa de mi tía que vive en el Camaragibe, casi todos los días íamos para las playas que quedaban allí cerca como Boa Viagem, Olinda y Maria Farinha. En Boa Viagem la cada 10 metros tiene una placa informando de los tiburón, no hay como decir que no sabía del peligro de quedar lejos de los arrecifes o pasa los, las comidas son bien diferente de que estamos acostumbrados de comer en las playas de São Paulo, en un calor de 30 grados se vende caldo de haba, pescado caliente, el bueno son los camarón que son bien más baratos que en São Paulo. Olinda es una ciudad poco turístico en diciembre y las playas son muy socio, no soportamos quedar una hora en ella, salimos de ella y fuimos para otra playa que quedaba 30 minutos de la playa, Maria Farinha, estaba prácticamente desierto, había muchas algas en el comienzo de la agua, más estaba perfecta donde estábamos solo había uno quiosco y pocas personas, fuera un gran final de tarde hasta la marea quedar alta.

Mi Madre

Quedamos unos días en Porto de Galinhas, para ir para la hay tres opciones, autobús, taxi o coche; la parada del taxi y autobús es al lado del aeropuerto, hay dos tipos de autobús, uno con aire acondicionado y otro sin, las veces con suerte el taxi hace el mismo precio del autobús, eso acontece cuando los taxistas das posadas más sofisticadas tiene algún para levar para el aeropuerto y no tiene ninguno para levar de volta para la posada, así ellos hacen lo mismo precio del autobús. En la primera vez fuimos de autobús y cuando llegamos procuramos un lugar para dormir, y el que es bien interesante eran los precios de las hostería, encontramos lugares con precios de 60 reales la noche y también 300 reales la noche ambas cerca de la playa, o que más yo extrañaba eran los precios de la comida y el tipo de comida que era vendido, para comenzar ellos, los comerciantes desde de la mañana ya dominaban la playa con sus sillas y sus paraguas y para nosotros quedarnos en eses lugares o pagábamos pelo paraguas y pelas sillas, consumimos en el mínimo cincuenta reales para podemos quedar en eses lugares o quedamos más temprano en la playa, las comidas en las playas eran solamente pescados y porción de patata o mandioca, pero el lado bueno eran los precios del camarones e de la langostas que son mucho más barato que pagamos aquí en São Paulo. Por la noche caminamos conociendo los comercios, los restaurantes, todo muy diverso hay lugares bien sofisticados y también bien simples. Porto de Galinha es uno lugar muy agradable y muy bueno para pasear con la familia.

Los arrecifes de Porto de galinhas

La segunda vez que fuimos para al Porto de Galinha, fuimos de coche, pero primero pasamos en Cumbuco una ciudad cerca de Porto de Galinha, la playa es tan bonita cuanto en Porto de Galinha, solo la ciudad que es menos turística siendo así las cosas son más baratas, después fuimos para Porto de Galinhas, quedamos no mismo lugar que dormimos antes, como ya conocemos los lugares compramos más cosas para nosotros y nuestros amigos y familia, curtimos más la playa de esta vez la marea estaba baja y podríamos ir nadando hasta los coros de gracia, también había la opción de ir de balsa así no necesita del permiso del IBAMA, pero para ir de gracia teníamos que quedar en una línea para tener la pulsera que nos daba acceso donde estaban los coros y podríamos ir nadando, también había un tiempo determinado para quedarnos allá acerca de una huera. No es siempre que acontece este fenómeno da la marea estar tan baja.

Fuera unas da mejores vacaciones que tuve y me gusta volver en otra oportunidad.